Descripción
Cuando oyes hablar de una marca como GT hay dos tentaciones: centrarse únicamente en su historia y pensar que es una “marca de MTB”.
Está claro que GT es una marca mítica, sobre todo para los aficionados al MTB. En los 90 su “triple triángulo” era un rasgo distintivo que hacía que una GT destacase entre todas las bicis de cualquier parrilla de salida de una carrera o una marcha. Ese rasgo se mantiene en algunos de los modelos de la marca y hoy en día una GT sigue siendo muy reconocible pero seguramente por otros elementos como su eficiente sistema de amortiguación AOS. Un sistema de última generación, con un rendimiento espectacular y un amortiguador casi pegado al pedalier que convierte a las GT es una de las máquinas más estables para hacer MTB. Buena prueba de ello es la excelente acogida que han tenido bicis como la Helion, la Sensor o la endurera Force.
En todo caso, otro rasgo distintivo de la marca californiana es su obsesión por la diversión. Su diseño, sus opciones y hasta su equipamiento están enfocados a hacer que sus bicis sean ante todo divertidas, fábricas de sonrisas.
Esta filosofía se percibe incluso en sus bicis de “ruedas finas”. Un buen ejemplo es la GT Grade lanzada en 2015 y que promete “llevarte donde el asfalto no puede”, dando un paso más allá del concepto clásico de ciclocross (GT lo llama Enduroad). Eso sí, si lo tuyo es el asfalto puro las GT no te dejarán indiferente.
Otro punto clave de GT es su apuesta por la competición. Con el apoyo decidido a equipos como el Atherton Racing GT ha conseguido una fuente de información y pruebas que ha sido fundamental a la hora de lanzar nuevos productos además de conseguir algunos títulos mundiales para el palmarés de la marca.
GT es, sin duda, pasado, presente y futuro.
